30 marzo, 2018

KAZUO ISHIGURO

kazuo Ishiguro

Kazuo Ishiguro, maestro de la ciencia-ficción, Premio Nobel de Literatura 2017


Kazuo Ishiguro, el reciente Premio Nobel de Literatura de 2017, sucesor en ser galardonado con dicho premio de Bob Dylan, es un escritor poco conocido para el público lector español -ha sido publicado en España por la Editorial Anagrama-, a pesar de ser uno de los más importantes miembros de la mítica generación literaria británica de los 80. Aunque es nacido en Nagasaki (Japón), en 1956, con sólo seis años, se trasladó junto a sus padres a Inglaterra. Su padre, oceanógrafo de profesión, comenzó a trabajar en las plataformas petrolíferas del Mar del Norte.

Ishiguro se graduó en la Universidad de Kent, en 1978, realizando más tarde un posgrado de Literatura Creativa en la Universidad de East Anglia. Comenzó su carrera literaria cuando terminó sus estudios universitarios, dedicándose a escribir guiones de series televisivas y pequeños relatos. Su primera novela fue «Pálida luz en las colinas» (1982), a la que siguieron títulos como «Un artista del mundo flotante» (1986), «Los restos del día» (1898), «Los inconsolables» (1995), «Cuando fuimos huérfanos» (2000), «Nunca me abandones» (2005) y «El gigante enterrado» (2015) y, también, la colección de relatos «Nocturnos» (2009).

Como se ha dicho anteriormente, es una de las más prestigiosas figuras de la conocida como generación británica de los 80, en la que se encuentran escritores como Salman Rushdie o Martin Amis y que son actualmente reconocidos mundialmente, al igual que el propio Ishaguro.

Ishiguro es un escritor que ha seguido su brillante carrera literaria de forma continuada sin que la haya ensombrecido el paso del tiempo y el cambio constante en las modas literarias, por la excelente acogida que tuvieron sus novelas como las ya citadas «Un artista del mundo flotante», «Los restos del día» (su adaptación cinematográfica fue dirigida James Ivory, en 1993) o la extraordinaria «Nunca me abandones» (la película basada en esta obra fue dirigida, en 2010, por Mark Romanek). Esta novela, a modo de una sobrecogedora fábula futurista, transcurre en la de los 90 del pasado siglo. Su idea del futuro que plasma en la novela y del que parece advertirnos no sin temor, ofrece la pavorosa connotación de la general aceptación de un mundo ininteligible y en el que la soledad del individuo y su alienación son asumidas con docilidad y sin resistencia ni oposición por parte de la masa amorfa que ha perdido toda capacidad de lucha.

Su obra «Nocturnos» reúne cinco historias de factura exquisita, en las que flota una atmósfera de melancolía, desazón y una solapada tristeza, que son la prueba de la excelencia de este escritor para narrar. En las cinco historias se encuentran temas recurrentes como son los últimos momentos vividos por una pareja, las rupturas sentimentales y los historias triangulares vividas de forma esporádica por un voyeur y una pareja,

«El gigante enterrado» (2015), también está ambientada en Inglaterra, aunque en esta obra la acción transcurre en la Edad Media, dando pie a una hermosa narración en la que reflexiona sobre temas tan importantes como la memoria, el olvido, los fantasmas del pasado y la fidelidad a la sangre, la lealtad, la traición y todas aquellas cuestiones que son la piedra sobre la que se fundan las agrupaciones humanas llamadas patrias. Aunque la novela transcurre en épocas remotas, los temas en ella tratados están vigentes en la vida de los seres humanos como una constante que pasa de generación a generación.

Esta obra significó en la carrera de Ishiguro un cambio importante, escribiendo una leyenda con castillos, un dragón, llamado Querig, que exhala una espesa niebla que borra la memoria de los habitantes de una aldea inolvidable; ogros, monjes y barqueros como Caronte que cruzan a sus pasajeros a la isla de los muertos. Todo ello parece escribirlo en un deseo, siempre presente en toda su obra, de desmitificación, pero creando, al mismo tiempo, una nueva mitología, impulsado por su rechazo hacia las imposiciones del género fantástico al que él contribuyó a crear, dándole una vuelta de tuerca tan personal que se puede afirmar que con él ha nacido un nuevo género dentro de la ciencia ficción y el género fantástico unidos.

Kazuo Ishiguro mantiene en toda su obra un compromiso de fidelidad a sí mismo al no aceptar la merma de la calidad literaria en busca de obras más comerciales o que estén imbuidas de nuevas experimentaciones estilísticas y de lenguaje, en pos de las nuevas modas literarias. Es su propia fidelidad a su escritura, a su estilo singular, el que ha tenido en cuenta la Academia Sueca que ha destacado que ishiguro «ha descubierto el abismo bajo nuestro ilusorio sentido de conexión con el mundo a través de novelas de gran fuerza emocional».

En esta ocasión, Ishiguro ha competido en su candidatura para el Premio Nobel con la canadiense Margaret Atwood, el italiano Claudio Magris, y los estadounidenses Philip Roth, Don DeLillo y Joyce Carol Oates; pero, sobre todo, su principal rival ha sido el sempiterno candidato al Nobel., el japonés Haruki Murakami, que ha sido derrotado en esta edición del prestigioso premio por su excompatriota.

Kazuo Ishiguro, a partir de ahora, puede convertirse en un autor muy demandado por los lectores españoles, especialmente por los aficionados al género de ciencia-ficción y al de literatura fantástica, aunque Ishiguro tiene obras que son de narrativa general y de una extraordinaria calidad literaria.

Es un merecido Premio Nobel de Literatura el concedido a este autor que aúna la visión occidental y oriental –no hay que olvidar que es japonés aunque ha vivido siempre en el Reino Unido-, lo que le permite tener una visión más global y objetiva de un mundo del que intuye un futuro no demasiado alentador para una humanidad perdida en sus propias contradicciones, miedos, inseguridades y desconcierto ante el mundo ininteligible en el que vive.



04 marzo, 2017

JEAN PAUL SARTRE


AnaAlejandre                                                                                                                
Jean Paul Sartre

Jean Paul Sartre, nació en París, el 21 de junio de 1905. cursó estudiós en la Escuela Normal Superior de su ciudad natal, después en la Universidad de Friburgo (Suiza) y en el Instituto Francés de Berlín (Alemania).  Más tarde, fue profesor de Filosofía en varios liceos desde 1929 hasta el comienzo de la II Guerra Mundial, que fue cuando se incorporó al Ejército.

Hecho prisionero por los alemanes, desde 1940 hasta 1941, año en el que fue puesto en libertad. Más adelante, dio clases en Neuilly (Francia) y, posteriormente, en París, en donde colaboró con la Resistencia francesa. Las autoridades alemanas, que ignoraban sus actividades clandestinas, admitieron la puesta en escena de su obra de teatro antiautoritaria Las moscas (1943) y, más tarde, también permitieron la publicación del más famoso título de su trabajo filosófico El ser y la nada (1943).

En1945 decidió abandonar su actividad docente y fundó, entre otros, con Simone de Beauvoir, escritora e intelectual de gran resonancia con la que mantuvo una larga relación que duró varias décadas -y que es el eje central de la biografía más abajo comentada-, Les Temps Modernes, revista política y literaria de la que fue editor jefe. Su fama de socialista independiente a partir de 1947 le vino por su crítica tanto contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como contra Estados Unidos, durante los años de la Guerra fría.

En casi todos sus escritos de la década de 1950  aparecen reflejadas cuestiones políticas, con especial hincapié en sus denuncias de la actitud represora y violenta del Ejército francés en Argelia.  Por ese motivo, y a pesar de ser llamado reiteradamente a la actividad política de tendencias marxistas, Sartre nunca se afilió al Partido Comunista Francés, y pudo así conservar su independencia de juicio para criticar apasionada y reiteradamente las intervenciones militares soviéticas en Hungría (1956) y en Checoslovaquia (1968).

En 1964, rechazó el Premio Nobel de Literatura que le fue concedido, y adujo para tal negativa que su aceptación comprometería su libertad e independencia como escritor.

El 15 de abril de 1980, falleció en París este personaje influyente en las corrientes intelectuales y literarias de su época y cuya resonancia llega y perdura hasta el presente.



bibliografía de Jean Paul Sartre

Jean Paul Sartre
Novelas y relatos

La náusea (La nausée, 1938)
El muro (Le mur, 1939)
El muro (Le mur)
La cámara (La chambre)
Eróstrato (Érostrate)
Intimidad (Intimité)
La infancia de un jefe (L'enfance d'un chef)
Los caminos de la libertad (Les chemins de la liberté, 1945–1949):
I: La edad de la razón (L'âge de raison, 1945)
II: El aplazamiento (Le sursis)
III: La muerte en el alma (La mort dans l'âme, 1949)
La suerte está echada (Les jeux sont faits) (1947)

Obras teatrales

Barioná, el hijo del trueno (Bariona, ou le fils du tonnerre , 1940)
Las moscas (Les mouches, 1943)
A puerta cerrada (Huis clos, 1944)
Muertos sin sepultura (Morts sans sépulture, 1946)
La puta respetuosa (La putain respectueuse, 1946)
Las manos sucias (Les mains sales, 1948)
El diablo y Dios (Le diable et le bon Dieu, 1951)
Kean (1954)
Nekrasov (1955)
Los secuestrados de Altona (Le Sequestres d'Altona, 1959)
Les Troyennes (1965)

Ensayos

Situaciones (Situations, 1947–1976):
Situaciones I: El hombre y las cosas (1947)
Situaciones II: ¿Qué es la literatura? (Qu'est-ce que la littérature?, 1948)
Situaciones III: La República del silencio: estudios políticos y literarios (1949)
Situaciones IV: Literatura y arte (1964)
Situaciones V: Colonialismo y neocolonialismo (Colonialisme et néo-colonialisme, 1964)
Situaciones VI: Problemas del marxismo 1 (Problèmes du marxisme I, 1964)
Situaciones VII: Problemas del marxismo 2 (Problèmes du marxisme II, 1965)
Situaciones VIII: Alrededor del 68 (Autour de 68, 1972)
Situaciones IX: El escritor y su lenguaje y otros textos (1972)
Situaciones X: Autorretrato a los setenta años (1976)

Obras filosóficas

La imaginación (1936)
La transcendencia del ego (1936)
Bosquejo de una teoría de las emociones (1939)
Lo imaginario. Psicología fenomenológica de la imaginación (L'imaginaire. Psychologie phénoménologique de l'imagination, 1940)
El ser y la nada (L´être et le néant, 1943)
El existencialismo es un humanismo (1945 y 1949)
Crítica de la razón dialéctica (Critique de la raison dialectique, 1960)

Crítica literaria

Baudelaire (1947)
San Genet: comediante y mártir (Saint Genet comédien et martyr, un estudio sobre Jean Genet) (1952)
El idiota de la familia (L'idiot de la famille, un estudio sobre Flaubert) (1972)

Otras obras

Reflexiones sobre la cuestión judía (1946)
El engranaje (L'Engrenage, 1948)
Las palabras (Les mots, 1964, autobiografía de su infancia)

Publicaciones póstumas

Cuadernos por una moral (Cahiers pour une morale, 1983)
Carnets de la drôle de guerre (1983)
Verdad y existencia (Vérité et existence, 1989), Paidós I.C.E. / U.A.B., Barcelona, 1996. Trad. de Alicia Puleo. Revisión de la traducción, notaAmorós.




Fragmentos de obras de Jean Paul Sartre

La náusea, (fragmento)
Jean Pul Sartre
de Jean Paul Sartre

Me levanto sobresaltado; si por lo menos pudiera dejar de pensar, ya sería mejor. Los pensamientos son lo más insulso que hay. Más insulso aún que la carne. Son una cosa que se estira interminablemente, y dejan un gusto raro. Y además, dentro de los pensamientos están las palabras, las palabras inconclusas, las frases esbozadas que retornan sin interrupción: "Tengo que termi...yo ex...Muerto...M. de Roll...ha muerto...No soy...Yo ex..." Sigue, sigue, y no termina nunca. Es peor que lo otro, porque me siento responsable y cómplice. Por ejemplo, yo alimento esta especie de rumia dolorosa: existo. Yo. El cuerpo, una vez que ha empezado, vive solo. Pero soy yo quien continúa, quien desenvuelve el pensamiento. Existo. Pienso que existo. ¡Oh, que larga serpentina es esa sensación de existir! Y la desenvuelvo muy despacito...¡Si pudiera dejar de pensar! Intento, lo consigo: me parece que la cabeza se me llena de humo...y vuelve a empezar: "Humo...no pensar...no quiero pensar. No tengo que pensar que no quiero pensar. Porque es un pensamiento". ¿Entonces no se acabará nunca?
Yo soy mi pensamiento, por eso no puedo detenerme. Existo porque pienso...y no puedo dejar de pensar. En este mismo momento - es atroz - si existo es porque me horroriza existir. Yo, yo me saco de la nada a la que aspiro; el odio, el asco de existir son otras tantas maneras de hacerme existir, de hundirme en la existencia. Los pensamientos nacen a mis espaldas, como un vértigo, los siento nacer detrás de mi cabeza..., si cedo se situarán aquí delante, entre mis ojos, y sigo cediendo, y el pensamiento crece, crece, y ahora, inmenso, me llena por entrero y renueva mi existencia.

El ser y la Nada
“El Ser Humano y la Libertad”  (Fragmento).-

El estudio de la voluntad ha de permitirnos, al contrario, adelantarnos más en la comprensión de la libertad. La voluntad es necesariamente negatividad y potencia de nihilización, si ha de ser libertad. lejos de ser la voluntad la manifestación única o, por lo menos, privilegiada de la libertad, supone, al contrario, como todo acaecimiento del para-sí, el fundamento de una libertad originaria para poder constituirse como voluntad. La voluntad, en efecto, se pone como decisión reflexiva con relación a ciertos fines. Pero estos fines no son creados por ella. La voluntad es más bien una manera de ser con respecto a ella: decreta que la prosecución de esos fines será reflexiva y deliberada. La pasión puede poner los mismos fines.  La realidad humana no puede recibir sus fines, como hemos visto, ni de afuera ni de una pretendida “naturaleza” interior. Ella los elige, y, por esta elección misma, les confiere una existencia trascendente como límite externo de sus proyectos. Desde este punto de vista – y si se comprende claramente que la existencia del Dasein precede y condiciona su esencia-, la realidad humana, en y por su propio surgimiento, decide definir su ser propio por sus fines. Así, pues, la posición de mis fines últimos caracteriza a mi ser y se identifica con el originario brotar de la libertad que es mía. Y ese brotar es una existencia: nada tiene de esencia o de propiedad de un ser que fuera engendrado conjuntamente con una idea. Así, la libertad, siendo asimilable a mi existencia, es fundamento de los fines que intentaré alcanzar, sea por la voluntad, sea por esfuerzos pasionales. La libertad no es sino la existencia de nuestra voluntad o de nuestras pasiones, en cuanto esta existencia es nihilización de la facticidad, es decir, la existencia de un ser que es su ser en el modo de tener de serlo.  (Sartre, El Ser y la Nada, Parte IV. Cap. I).-

Que es la literatura (fragmento)
de Jean Paul Sartre

" El poeta en cada palabra, por el solo efecto de la actitud poética, realiza las metáforas en las que soñaba Picasso cuando deseaba hacer una caja de fósforos que fuera toda ella un murciélago sin dejar de ser una caja de fósforos. Florencia es ciudad, flor y mujer y es también ciudad-flor, ciudad-mujer y muchacha-flor. Y el extraño objeto que se muestra así posee la liquidez del río y el dulce ardor leonado del oro, y, para terminar, se abandona con decencia, y prolonga indefinidamente, por medio del debilitamiento continuo la e muda, su sereno regocijo saturado de reservas. A esto ha de añadirse el esfuerzo insidioso de la biografía. Para mí, Florencia es también cierta mujer, una actriz norteamericana que actuaba en las películas mudas de mi infancia y de la que he olvidado todo, salvo que era larga como un guante de baile, que siempre estaba un poco cansada y era casta, que siempre representaba papeles de esposa incomprendida y que se llamaba Florencia y yo la amaba. Porque la palabra, que arranca al prosista de sí mismo y lo lanza al mundo, devuelve al poeta, como un espejo, su propia imagen. Esto es lo que justifica la doble empresa de Leiris, quien por un lado, en su Glossaire, trata de dar a ciertas palabras una definición poética, es decir, que sea por sí misma una síntesis de implicaciones recíprocas entre el cuerpo sonoro y el alma verbal y, por otro, en una obra todavía inédita, se lanza a la busca del tiempo perdido, tomando como guías ciertas palabras especialmente cargadas para él de valor afectivo. Así, pues, la palabra poética es un microcosmos. La crisis del lenguaje que se produjo a comienzos del siglo fuen una crisis poética. Sean cuales fueren los factores sociales e históricos que la produjeron, esta crisis se manifestó por accesos de despersonalización del escritor ante las palabras. No sabía servirse de ellas y, según la célebre fórmula de Bergson, sólo las reconocía a medias; se acercaba a ellas con una sensación de extrañeza verdaderamente fructuosa: ya no le pertenecían, ya no eran para él, pero, en esos espejos desconocidos, se reflejaban el cielo, la tierra y la propia vida. Y, finalmente, se convertían en las cosas mismas o, mejor dicho, en el corazón negro de las cosas.



Citas de Jean Paul Sartre

Jean Paul Sartre
  • El hombre nace libre, responsable y sin excusas.                                                    
  • Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.
  • El hombre está condenado a ser libre, porque una vez que está en el mundo, es responsable de todo lo que hace.
  • Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad.
  • Soñar en teoría, es vivir un poco, pero vivir soñando es no existir.
  • El mundo podría existir muy bien sin la literatura, e incluso mejor sin el hombre.
  • Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros.
  • Lo más aburrido del mal es que uno se acostumbra.
  • Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace.
  • Desconfío de la incomunicabilidad; es la fuente de toda violencia.
  • No perdamos nada de nuestro tiempo; quizá los hubo más bellos, pero este es el nuestro.
  • Los cobardes son los que se esconden bajo las normas.
  • Basta con que un hombre odie a otro para que el odio vaya corriendo hasta la humanidad entera.
  • Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren.
  • Al querer la libertad descubrimos que ella depende enteramente de la libertad de los demás.
  • Una batalla perdida es una batalla que uno cree que ha perdido.
  • Nunca las noticias son malas para los elegidos de Dios.
  • Nadie es como otro. Ni mejor ni peor. Es otro. Y si dos están de acuerdo es por un malentendido.

Traductor

DEAN KOONTZ, EL ESCRITOR QUE PREDIJO EL COVID_19

Dean Koontz D ean R. Koontz El escritor que predijo en su novela “Los ojos de la oscuridad”, la pandemia del coronavirus “alrededor de 202...