kazuo Ishiguro |
Kazuo Ishiguro, maestro de la
ciencia-ficción, Premio Nobel de Literatura 2017
Kazuo Ishiguro, el reciente
Premio Nobel de Literatura de 2017, sucesor en ser galardonado con dicho premio
de Bob Dylan, es un escritor poco conocido para el público lector español -ha
sido publicado en España por la Editorial Anagrama-, a pesar de ser uno de los
más importantes miembros de la mítica generación literaria británica de los 80.
Aunque es nacido en Nagasaki (Japón), en 1956, con sólo seis años, se trasladó
junto a sus padres a Inglaterra. Su padre, oceanógrafo de profesión, comenzó a
trabajar en las plataformas petrolíferas del Mar del Norte.
Ishiguro se graduó en la
Universidad de Kent, en 1978, realizando más tarde un posgrado de Literatura
Creativa en la Universidad de East Anglia. Comenzó su carrera literaria cuando
terminó sus estudios universitarios, dedicándose a escribir guiones de series
televisivas y pequeños relatos. Su primera novela fue «Pálida luz en las
colinas» (1982), a la que siguieron títulos como «Un artista del mundo
flotante» (1986), «Los restos del día» (1898), «Los inconsolables» (1995),
«Cuando fuimos huérfanos» (2000), «Nunca me abandones» (2005) y «El gigante
enterrado» (2015) y, también, la colección de relatos «Nocturnos» (2009).
Como se ha dicho
anteriormente, es una de las más prestigiosas figuras de la conocida como
generación británica de los 80, en la que se encuentran escritores como Salman
Rushdie o Martin Amis y que son actualmente reconocidos mundialmente, al igual
que el propio Ishaguro.
Ishiguro es un escritor que ha
seguido su brillante carrera literaria de forma continuada sin que la haya
ensombrecido el paso del tiempo y el cambio constante en las modas literarias,
por la excelente acogida que tuvieron sus novelas como las ya citadas «Un
artista del mundo flotante», «Los restos del día» (su adaptación
cinematográfica fue dirigida James Ivory, en 1993) o la extraordinaria «Nunca
me abandones» (la película basada en esta obra fue dirigida, en 2010, por Mark
Romanek). Esta novela, a modo de una sobrecogedora fábula futurista, transcurre
en la de los 90 del pasado siglo. Su idea del futuro que plasma en la novela y
del que parece advertirnos no sin temor, ofrece la pavorosa connotación de la
general aceptación de un mundo ininteligible y en el que la soledad del
individuo y su alienación son asumidas con docilidad y sin resistencia ni
oposición por parte de la masa amorfa que ha perdido toda capacidad de lucha.
Su obra «Nocturnos» reúne
cinco historias de factura exquisita, en las que flota una atmósfera de
melancolía, desazón y una solapada tristeza, que son la prueba de la excelencia
de este escritor para narrar. En las cinco historias se encuentran temas
recurrentes como son los últimos momentos vividos por una pareja, las rupturas
sentimentales y los historias triangulares vividas de forma esporádica por un
voyeur y una pareja,
«El gigante enterrado» (2015),
también está ambientada en Inglaterra, aunque en esta obra la acción transcurre
en la Edad Media, dando pie a una hermosa narración en la que reflexiona sobre
temas tan importantes como la memoria, el olvido, los fantasmas del pasado y la
fidelidad a la sangre, la lealtad, la traición y todas aquellas cuestiones que
son la piedra sobre la que se fundan las agrupaciones humanas llamadas patrias.
Aunque la novela transcurre en épocas remotas, los temas en ella tratados están
vigentes en la vida de los seres humanos como una constante que pasa de
generación a generación.
Esta obra significó en la
carrera de Ishiguro un cambio importante, escribiendo una leyenda con
castillos, un dragón, llamado Querig, que exhala una espesa niebla que borra la
memoria de los habitantes de una aldea inolvidable; ogros, monjes y barqueros
como Caronte que cruzan a sus pasajeros a la isla de los muertos. Todo ello
parece escribirlo en un deseo, siempre presente en toda su obra, de
desmitificación, pero creando, al mismo tiempo, una nueva mitología, impulsado
por su rechazo hacia las imposiciones del género fantástico al que él
contribuyó a crear, dándole una vuelta de tuerca tan personal que se puede
afirmar que con él ha nacido un nuevo género dentro de la ciencia ficción y el
género fantástico unidos.
Kazuo Ishiguro mantiene en
toda su obra un compromiso de fidelidad a sí mismo al no aceptar la merma de la
calidad literaria en busca de obras más comerciales o que estén imbuidas de
nuevas experimentaciones estilísticas y de lenguaje, en pos de las nuevas modas
literarias. Es su propia fidelidad a su escritura, a su estilo singular, el que
ha tenido en cuenta la Academia Sueca que ha destacado que ishiguro «ha
descubierto el abismo bajo nuestro ilusorio sentido de conexión con el mundo a
través de novelas de gran fuerza emocional».
En esta ocasión, Ishiguro ha
competido en su candidatura para el Premio Nobel con la canadiense Margaret
Atwood, el italiano Claudio Magris, y los estadounidenses Philip Roth, Don
DeLillo y Joyce Carol Oates; pero, sobre todo, su principal rival ha sido el
sempiterno candidato al Nobel., el japonés Haruki Murakami, que ha sido
derrotado en esta edición del prestigioso premio por su excompatriota.
Kazuo Ishiguro, a partir de
ahora, puede convertirse en un autor muy demandado por los lectores españoles,
especialmente por los aficionados al género de ciencia-ficción y al de
literatura fantástica, aunque Ishiguro tiene obras que son de narrativa general
y de una extraordinaria calidad literaria.
Es un merecido Premio Nobel de
Literatura el concedido a este autor que aúna la visión occidental y oriental
–no hay que olvidar que es japonés aunque ha vivido siempre en el Reino Unido-,
lo que le permite tener una visión más global y objetiva de un mundo del que
intuye un futuro no demasiado alentador para una humanidad perdida en sus
propias contradicciones, miedos, inseguridades y desconcierto ante el mundo
ininteligible en el que vive.