04 marzo, 2017

Sartre y Beauvoir. La historia de una pareja

Sartre y Beauvoir. La historia de una pareja                                      Hazel Rowley
Traducción de Montse Roca.
Lumen. Barcelona, 2006. 584 páginas, 24 euros                                 


Es, una de las muchas y variadas biografías que existen sobre estos controvertidos personajes, y ha sido aprobada por la hija adoptiva de Simone de Beauvoir y, sin embargo,  rechazada por la heredera de Paul Sartre. Muestra, una vez más, los muchos aspectos contradictorios y polémicos de la vida de esta célebre pareja de escritores y los muchos entresijos de sus propias vidas personales que levantan polémica entre sus allegados.

La autora de esta nueva biografía, autorizada y desautorizada por las herederas de uno y otra, realiza una semblanza de Sartre y Simone de Beauvoir, buscando la simplificación en la forma y el dato conciso, claro y escueto, aportado por sus propios protagonistas. Con gran abundancia de datos y entrecomillados  en sus más de 500 páginas, nos permite  penetrar en las zonas más oscuras y desconocidas de unas vidas atrapadas en  el laberinto de sus relaciones amorosas,  pero sin obviar  la apasionada y controvertida  participación de ambos en la vida cultural y en los acontecimientos de su época, además de  que fueron autores de algunos de los libros más importantes del siglo XX.  Quizás, esta obra adolece de un análisis  más profundo y complejo de la personalidad humana, intelectual y literaria de esta pareja de escritores franceses, una de las más famosas de todos los tiempos.

En la magnífica y compleja biografía de Sartre, de Annie Cohen-Solal (Edhasa), la autora declaraba la dificultad de “tocar a Sartre” porque el campo de información sartriana es “denso y movible”, al tiempo que la obra del filósofo escapa a un enfoque global por lo que Cohen-Solal reconocía que acercarse a Sartre (y por tanto a Beauvoir), suponía tocar la historia del cine, la literatura, la estética, las luchas políticas, el teatro la prensa y el feminismo.

Rowley,  o se adentra en las personalidades complejas de sus protagonistas, en contra de lo que hizo Annie Chen-Solal,  en la extraordinaria y profunda biografía del binomio Sartre-Beauvoir, publicada por Edhasa, cuando declaraba la dificultad intrínseca de estudiar en toda su plenitud la figura y obra de Sartre,  porque es ésta “abundante, proteiforme, inconclusa y abierta”, ya que si se estudia su bagaje intelectual y su influencia en la vida cultural de su época, habría que estudiar la historia del cine, la literatura, la estética,  el teatro, las luchas políticas y sociales de su tiempo y el movimiento feminista del que fue una abanderada Simone de Beauvoir. Sin embargo, Rowley  realiza una visión con perspectiva distinta, ya que realiza una exposición del prolijo y variado anecdotario privado de esta pareja singular,  y reemplaza el análisis profundo y comprensivo de sus vidas y obras,  a través de sus múltiples, apasionados y, muchas veces, tormentosos romances, amores y aventuras, aunque la biógrafa haga este recorrido con seriedad, rigor y objetividad, sin realizar ningún juicio de valor sobre los datos expuestos, dejando esa posibilidad a los lectores de juzgar a los protagonistas de la historia vital y artística más apasionante del siglo XX.

Por  sus paginas , deambulan una serie de personajes y nombres, todos ellos relacionados sentimental o familiarmente con Sartre o Beauvoir o con ambos, al mismo tiempo, como es el caso de Arlette Ekaïm, primero amante de Sartre y después se convirtió en su hija adoptiva, o  Sylvie Le Bon, la hija adoptiva de Beauvoir, y que también fue primero su amante y, después, adoptada por la escritora, ambas amantes de Sartre y también de Beauvoir, de forma simultánea o sucesiva, entre otros muchos nombres que no se pueden relacionar por su extensión y variedad.

Por ello,  Hazel Rowley pone todo su acento sobre los muchos y complejos nudos de relaciones amorosas y familiares, aunque se trate de una familia rara con toques incestuosos, y en el asombroso desfile de datos sobre la escandalosa vida sexual de sus protagonistas, datos que revelan que eran infieles, mentirosos, promiscuos y contradictorios en su vida íntima, la que queda expuesta ante la mirada de todos en  su desnuda crudeza, y a la que define la propia frase escrita por Beauvoir que resume y explica su propia actitud ante el mundo:”Nada nos limitaba, nada nos definía, nada nos esclavizaba”. 

La obra de referencia no dejará indiferente a los lectores porque en ella se expone, como en un rico caleidoscopio, la visión de unas vidas apasionadas que se manifiestan  mostrando la parte oscura, lúbrica y secreta,  de dos destinos unidos en una misma pasión por aunar el arte, la vida y la búsqueda del placer en una simbiosis total en la que se borran los límites y se traspasan todas las fronteras.

24 mayo, 2016

HARPER LEE

Harper Lee

Harper Lee, escritora

Harper Lee, la autora de "Matar a un ruiseñor", ha muerto a los 89 años, el pasado 19 de febrero.  El fallecimiento  se produjo en Monroeville (Alabama, EE.UU) su localidad natal y el escenario donde transcurrió su famosa novela;  lugar también elegido por la autora para recluirse allí y apartarse del mundo hace muchos años y en el que se encontraba recluida en una residencia de ancianos, pues nunca contrajo matrimonio ni tuvo hijos.

Harper Lee nacio el 28 de abril de 1926   en Monroeville, una pequeña localidad situada en el estado norteamericano de Alabama (Estados Unidos). Al, igual que la protagonista de su famosa novela ya citada, era hija de un abogado y descendiente del famoso general Robert E. Lee.
           
Estudió Derecho en Alabama hasta 1949. Más tarde, se trasladó a Nueva York en compañía de Truman Capote, su amigo de la infancia y vecino de Harper y su familia en Monroeville y que fue, más tarde, el famoso escritor. Harper iba con el propósito de trabajar en una compañía aérea, aunque tenía una fuerte vocación literaria como la de su amigo, Truman Capote, que también trataba de convertirse en un escritor de renombre y llegó a ser uno de los escritores más importantes de la literatura norteamericana de la segunda mitad del siglo XX. Cuando ambos llegaron juntos a Nueva York, esta metrópolis vivía la edad de oro de la literatura de Manhattan, época en la que las revistas pagaban altas sumas por los relatos a publicar y era un mundo literario en el que ambos lucharon por hacerse un nombre literario, Lo consiguieron los dos, aunque Harper Lee se retiró de la vida literaria poco después, dejó de dar entrevistas y se encerró en sí misma en su pueblo natal. Nadie sabe los motivos de ese ostracismo, de esa retirada de la vida pública que ha durado hasta su muerte.
           
Su novela "Matar un risueñor" fue publicada en 1960, novela primera e iniciática, de inspiración autobiográfica y ambiente sureño, por la que ganó el Premio Pulitzer.
           
La novela narra la historia del abogado, viudo, Atticus Finch, que se juega su respetabilidad y prestigio por defender a un hombre negro acusado injustamente de haber violado a una muchacha blanca. La voz que narra la historia es la hija del abogado protagonista de la novela. Esta  historia fue llevada al cine por Robert Mulligan, y   protagonizada por Gregory Peck, con un notable éxito.

Después de esta novela, Harper Lee, que no concedía entrevistas ni solía aparecer en público, no volvió a escribir otro libro, regresando a vivir a su localidad natal donde ha fallecido.

El éxito arrollador de "Matar un ruiseñor" está considerado un enigma por la sencillez de la novela, tanto en lo que se refiere a la trama como a su estructura narrativa, que cautivó a millones de lectores y se convirtió en un referente en la cultura popular de Estados Unidos y también obtuvo un gran éxito en todo el mundo.

El ensayo escrito por Harold Bloom sobre esta novela y su sorprenden éxito, afirmaba que su éste se debía a que había tratado un tema candente en la sociedad americana de la época en la que fue escrita la novela, como era el de los derechos civiles de la población negra y la segregación racial. Además, había un elemento fundamental en esta obra que era la inocencia como protagonista y el valor de la generosidad, siendo estas cualidades fundamentales para los americanos que las consideran pilares en los que se sustenta la propia historia de su país.

También se le encuentran reminiscencias y similitudes entre el mundo en el que transcurre "Matar a un ruiseñor" y el que servía de telón de fondo de las historias narradas por Williams Faulkner, el condado de Yoknapatawpha, ya que ambos representan a la sociedad sureña de Estados Unidos con semejantes personajes, paisajes similares e idénticos problemas. La única diferencia existente entre ambos mundos narrativos y reales, era que la visión de Faulkner era mucho más pesimista y sombrío que la visión de Harper Lee que describe a su mundo narrativo, pero no menos real, con tintes más luminosos o  menos oscuros y,  de ahí, la mayor inocencia de su novela.

Harper Lee era una mujer extraña, solitaria, a pesar del éxito recibido a la que, quizás, nadie la ha conocido realmente. Nunca explicó los motivos de su retirada del mundo literario de Nueva York y su confinamiento en su pueblo natal.

A pesar de su enigmática retirada, el año pasado apareció una segunda parte de "Matar un ruiseñor", que lleva el título "Ve y pon un centinela" con gran sorpresa de los lectores, después de tan largo silencio de 55 años. En esta obra se recuerda la trama de la primera a la que sirve de continuación. Quizás, los últimos acontecimientos de violencia racial en los Estados Unidos han creado un clima propicio para publicar esta segunda parte en la que el tema de la discriminación racial es el verdadero telón de fondo al igual que de la primera. Esta segunda novela no desmerece a la primera, por lo que se le puede considerar el éxito póstumo de una escritora que se hizo famosa y ganó el Premio Pulitzer, el más prestigioso de la literatura norteamericana, con una sola obra publicada y que se despidió de este mundo y sus lectores con una segunda novela como continuación de la primera.
            Insólita escritora y extraña mujer a la que la fama le sonrió rápidamente y a la que pareció desdeñar con igual rapidez, prefiriendo vivir en el mundo al que conocía bien por haber nacido en él y al que describió con sencillez y sinceridad en su novela "Matar un ruiseñor" que aún sigue en la memoria de todos los lectores.



28 noviembre, 2015

VIRGINIA WOOLF


Virginia Woolf, innovadora de la novela moderna

Virginia Woolf, escritora

Hace cien años que se publicó la primera novela  Fin de viaje , de Virginia Woolf, en la que aparece nítidamente el intento de la novelista por romper con la novela tradicional, por lo que es considerada una de las renovadoras de la novela moderna junto a figuras como James Joyce, Franz Kafka o Thomas Mann.
Virginia Woolf (1882-1941), novelista y crítica británica, se hizo famosa por su depurada técnica del monólogo interior de los personajes en el que intentaba plasmar los pensamientos e ideas que provienen del subconsciente y por su  exquisito estilo poético que fueron sus principales aportaciones a la novela moderna.
Su verdadero nombre era Adeline Virginia Stephen, hija de sir Leslie Stephen, distinguido crítico, biógrafo, filósofo  e historiador, Por ese motivo Virginia se educó en un ambiente culto y refinado, frecuentado por literatos, artistas e intelectuales.
A raíz de morir su padre, en 1905, se trasladó a vivir con su hermana Vanessa –quien se casaría más tarde con el crítico Olive Bell- y sus dos hermanos, en el barrio londinense de Bloombury, lugar que se convertiría en lugar frecuentado por librepensadores, y antiguos compañeros de estudios de sus hermanos, entre los que  se contaban intelectuales de  renombre como eran, el economista J. M. Keynes y los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, y el escritor E. M. Forster, entre otros, además del propio Olive Bell, quien sería su cuñado, y el  economista Leonard Woolf con quien contraería matrimonio Virginia, en 1912, y adoptaría a partir de entonces su apellido. Grupo sería conocido después como el grupo de Bloomsbury. Los miembros del mismo tenían como nexo común en el plano intelectual la búsqueda del conocimiento y del placer estético,  a la que consideraban como el fin más elevado al que pueda aspirar el ser humano,  además  de hacer gala todos ellos de un patente anticonformismo político  estético y moral.
En 1917 fundó junto a su marido la editorial Hogart.Press, editorial que publicaría la que editó la obra de la propia Virginia y la de otros  famosos escritores, como T. S. Eliot, Katherine Mansfield, o S. Freud. Sus primeras novelas fueron Fin de viaje (1915) , Noche y día (1919) y El cuarto de Jacob (1922), en las que se hace patente la decisión de la autora de romper con las normas narrativas de la novelística inglesa anterior, sobre todo en lo relacionado con la hasta entonces obligada sujeción al argumento de los personajes y actos, y la correspondiente descripción de ambientes y personajes de la trama que era obligada,  técnica narrativa que se encontraba así encorsetada en dicha estructura rígida y fijada por los cánones literarios anteriores. Estos primeros intentos de novedosa técnica narrativa no recibieron apenas atención por parte de la crítica.
Fue a partir de la publicación de sus novelas siguientes La señora Dalloway (1925) y Al faro (1927), esta última novela considerada  clave del modernismo y de consagración de su autora en  la nueva novela del siglo XX, además de estar considerada como su obra más autobiográfica,  cuando consiguió el reconocimiento de la crítica que alabó la originalidad de su obra y sus recursos narrativos en los que la vida interior de los personajes es determinante para conseguir los efectos psicológicos gracias al uso de imágenes, metáforas y símbolos más cercanos a la poesía que a la narrativa. Todo la narración de cada una de sus obras se haya impregnada de la exposición de las emociones, ideas y sentimientos de los personajes que expresan, a través de un continuo monólogo interior que les concede tanto a los seres que habitan en esas obras como a las circunstancias normales y cotidianas, un matiz singular  que los convierte a unos y otras en seres y sucesos extraordinarios.
Ese interés proustiano por el tiempo y su devenir que tanto la influencia, se aprecia en la obra La señora Dalloway que transcurre en un lapso de tiempo de doce horas que se manifiesta en los continuos cambios que se van produciendo en el interior de los personajes y en su percepción que tienen ellos mismos, de quienes los rodean, y de su propios y personales mundos multifacéticos.
Las siguientes obras  ofrecen un estilo más afianzado y personal como son Las olas (1931) que es la que ofrece un estilo más sutil y depurado y presenta los continuos cambios en la vida interior de seis personajes, al igual que los flujos y reflujos del oleaje se producen esas oleadas preconscientes en la conciencia de aquellos, que van expresando en un lenguaje que nada tiene que ver con el tradicional y lógico de obras más convencionales, y de ahí su título;  y Orlando (1928) que está inspirada en la vida de su amiga Vita Sckville-West, también escritora, en la que la historia está aureolada de fantasía y su protagonista vive cinco siglos de la historia inglesa, pero, a su vez, es un agudo análisis del sexo, la identidad y la creatividad.
En su obra se advierte la desaparición  del argumento, la acción y la correspondiente intriga en el desarrollo de la trama, por lo que sus narraciones se basan y justifican en el deseo de mostrar la vida anímica, psicológica y mental de los personajes, en un continuo cambio que provoca la  inquieta vida interior y la siempre inaprehensible conciencia.
Se advierte en su narrativa una fuerte influencia del filósofo francés Henri Bergson, así como del escritor francés Marcel Proust, como se dice anteriormente, que la inclinó hacia profundizar en la idea del tiempo y sus múltiples vericuetos, así como de su propio marido, Leonard Woolf.
            Virginia Woolf no sólo escribió obras de narrativa, sino también biografías: una desenfadada narración de la vida de los Browning, cuyo narrador es su perro (Flush); y, otra, sobre el crítico Robert Fry (Fry). Además, escribió ensayos y en estos mostraba su preocupación por la condición femenina y el necesario apoyo social para construir y afianzar la identidad de la mujer, además de defender la aportación de la mujer escritora en su obra Una habitación propia (1929).
            Otros elementos valiosísimos para poder llegar a conocer a esta escritora son su correspondencia y diarios que fueron publicados después de su trágica muerte y que sirven de objeto de estudios tanto para los estudiosos de su obra como para los lectores que deseen conocer mejor la subyugante personalidad de esta escritora.
            Además de su obra de narrativa, ensayística y biográfica, fue una respetada crítica literaria. Fue una constante defensora de la condición femenina y las relaciones de la mujer con el arte y la literatura, tema que fue motivo de reflexión en algunos de sus ensayos, entre los que destaca, por la importancia que tuvo después para los movimientos feministas, Una habitación propia (1932) antes citado. También su obra de narrativa estuvo inspirada en el tema de la identidad femenina como es el caso de la enigmática obra Orlando (1928), en la que la condición masculina y femenina se confunden en la figura del noble protagonista que posee el extraño poder de transformarse en mujer a su voluntad y volver a su condición masculina según su deseo.
            Algunas de sus obras han sido llevadas al cine y su propia vida también protagonizada por Elizabeth Taylor y Richard Burton, en la que se ofrece la tormentosa relación del matrimonio Woolf, que no parece reflejar la realidad vivida por Virginia y su marido, sobre todo después de leer su correspondencia y la carta que dejó explicando su deseo de morir.
            El 29 de marzo de 1941, en plena crisis de la enfermedad mental que padecía desde hacía años, quizás manifestada a raíz de la prematura muerte de su madre cuando Virginia sólo tenía trece años, y por la que había sido ingresada en varias ocasiones a lo largo de su vida, salió de su casa de campo y desapareció hasta que fue encontrado su cadáver , días después, en el río Ouse en el que había muerto ahogada en un deseo de acabar con su vida, tal como dejo escrito en unas cartas dirigidas a su marido y a su hermana, explicando los motivos. No era la primera vez que lo había intentado, pues días antes había regresado a su casa con la ropa mojada y  con la excusa de que había caído en el río accidentalmente. Ese día, quizás, no tuvo valor para llevar a cabo su letal propósito que consumó días después.
            El motivo de su suicidio está explicado en su carta de despedida a su marido con el que no tuvo hijos por decisión de la pareja ante los problemas mentales de la escritora diagnosticada como bipolar. Su carta es expresiva y clarificadora al respecto, pero es mejor que la escritora lo explique:
            Querido:
Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que… Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.
No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros.
V."
Su trastorno mental que se manifestó desde la muerte de su padre, el incesto del que fue víctima por parte de uno de sus hermanastros, su propia condición de mujer en una época en la que ésta estaba irremediablemente  relegado a su función de ama de casa y madre de familia sin ninguna proyección social ni intelectual, a pesar del triunfo y del éxito del que Virginia Woolf disfrutó pese a no haber podido asistir a la Universidad, porque esa oportunidad se la dieron a sus hermanos varones, pero ni ella ni su hermana recibieron estudios universitarios; además de una latente homosexualidad nunca confesada por la escritora, pero la que parece ser la explicación de su amistad íntima y sensual con la escritora Vita Sckville-West que, aunque nunca fue demostrada, hay indicios de que tuvo un carácter mucho más sentimental y sexual del que la mera amistad entre mujeres puede hacer pensar, como así reconoció un hijo de Vita que afirmaba que su madre y Virginia Woolf fueron amantes.
Todos estos elementos fueron determinantes para que una mujer que gozaba del triunfo, del reconocimiento de la crítica y del público y de una desahogada posición social y económica, la llevaran hasta el punto en el que no podía seguir viviendo porque se consideraba un lastre para su marido a quien, a pesar del amor que le confesaba, llegó a agredir físicamente en algunas de sus crisis nerviosas. Todo esto la llevó hasta la muerte voluntariamente, porque en ella podría encontrar la paz y el descanso que le eran negados en una vida en la que, a pesar del oropel que la rodeaba, se sentía sólo una mujer en un mundo de hombres como una figura delicada y frágil, inmersa en una sociedad cuyos valores estéticos y morales le parecían obsoletos y hechos sólo para el disfrute de los varones a costa de la renuncia a la realización intelectual y personal de toda mujer que, a pesar del reconocimiento del extraordinario talento que Virginia Woolf tenía, y por eso mismo, era consciente de que tenía unos raros  privilegios que disfrutaba y que le eran negados a la inmensa mayoría  silenciosa de las mujeres a las que quería dar voz en la lucha por su propia identidad femenina que la convirtió en una adalid del movimiento feminista y a formar parte del parnaso de los escritores más importantes del siglo XX.

Bibliografía:
Virginia Woolf: la vida por escrito, Irene Chikiar Bauer, Taurus, 2015  (La mejor biografía de esta autora, escrita en español y la más completa. De Imprescindible lectura).
“Virginia Woolf, una biografía corta” , Nigel Nicolson (Ed. Mondadori).
“Virginia Woolf, una biografía”, Quentin Bell (Ed. Lumen).





30 mayo, 2015

PATRICK MODIANO

Patrick Modiano, Premio Nobel de Literatura 2014


            Patrick Modiano (Boulogne-Billancourt, 1945) recibió el Premio Nobel de Literatura 2014, en octubre del pasado año, concedido por la Academia Sueca en Estocolmo, "por el arte de la memoria con el que ha evocado los destinos humanos más inasibles y descubierto el mundo de la ocupación". Dos días antes a la concesión de dicho galardón, Modiano negaba, con su sempiterna y sencilla amabilidad, la hipótesis de su candidatura al Premio Nobel de Literatura, aunque al final se alzó como ganador contra todo pronóstico porque no estaba en la lista de los favoritos, quizás porque su candidatura contaba con el obstáculo de la todavía reciente elección del también autor francófono J.M.G. Le Clèzio para el mismo premio.

Modiano es descendiente por línea paterna de una familia de judíos italianos que se había traslado a Salónica, ciudad desde la que emigró a París. Su madre era la actriz belga Luoisa Colpijn, conocida como Louisa Colpeyn que empezó a triunfar en la época de la ocupación nazi. Sus padres contrajeron matrimonio en 1944 y se conocieron durante la ocupación alemana de Francia, motivo por el que tuvieron que ocultarse. El matrimonio terminó separándose y su madre, después de varias relaciones sentimentales, acabó uniéndose a Jean Cau, quien había sido secretario personal de Jean Paul Sartre.

Cuando estudiaba en el Liceo Enrique IV de París recibió clases particulares de Geometría del escritor Raymond Queneau, amigo de su madre y miembro fundador del Oulipo  y autor de Zazie en el metro, encuentro que fue crucial para su carrera literaria posterior. Aunque terminó el bachillerato en Annecy, no realizó estudios superiores. Precisamente, fue Queneau testigo de la boda de Modiano con Dominique Zerhfuss, nacida en Túnez, celebrada el 12 de septiembre de 1970. De dicho matrimonio han nacido dos hijas, de las que habla en su obra El libro de familia, y Marie (1978).

Patrick fue el primer hijo del matrimonio. Su hermano, nacido en 1947 y fallecido en 1957, fue una figura importante y decisiva en todas sus obras publicadas entre 1967 y 1982, ya que su prematura muerte significó el final de la infancia del entonces futuro escritor. Esa muerte y las problemáticas relaciones que mantuvo con sus padres con ausencias constantes de sus progenitores: la su padre por sus negocios y la de su madre por las continuas giras, fue la causa de que Patrick viviera en su juventud en un perpetuo "exilio interior", rotando entre diversos internados en los que encontró siempre la soledad y la infelicidad, las que se agudizaron con la prematura muerte de su único hermano y fiel cómplice de su desventura.

Todos esos conflictos internos son la savia de la que se nutre la obra modiana y quizás el origen de ese distanciamiento e indiferencia en sus narraciones que transcurren siempre en París, ciudad que fue testigo y escenario de su propia infancia y adolescencia desamparadas y que nunca abandona, ya que Modiano es poco aficionado a viajar. Su propia vida discurre entre dos o tres barrios de Paris, ciudad en la que deambulan sus personajes siempre perdidos en sus contradicciones, inconformistas e inadaptados, que parecen buscar su propias raíces en la oscuridad de sus propios destinos infortunados.

A través de toda la obra de Modiano se advierte que ha escrito una "contra historia" de ciertos barrios de París en los que han sucedido muchos e importantes hechos reales trágicos e históricos. El afán del novelista parece rastrear las huellas de personajes nada claros y sí muy ambiguos que parecen reflejar en sus actos, a modo de trasuntos de aquéllos, las sombras de otros personajes que protagonizaron hechos o sucesos históricos y trágicos, ya fuera durante la ocupación alemana, bien en la guerra de Argelia, o durante las muchas y diferentes crisis sociales y políticas de Francia, sumida en las contradicciones que origina la propia crisis de identidad nacional.

La primera novela de Modiano, El lugar de la estrella, en 1968, fue publicada por la Editorial Gallimard, después de haber leído su manuscrito a Raymond Queneau. A partir de ese momento se dedicó únicamente a escribir. Otras novelas suyas y que son referentes en su obra fueron Una juventud y también En el café de la juventud perdida. Esta última es a modo de memoria, o crónica del 68 francés y de sus ecos, pues cuenta la historia de un bar de poca monta de París en el que se reunían supuestos poetas malditos,activista políticos, más o menos exaltados; soñadores, utópicos, policías secretos,desencantados varios del sistema y un largo etcétera. El desencanto que provocó el final del llamado Mayo del 68 es uno de los temas recurrentes que aparece constantemente en la obra de Modiano, quien fue testigo privilegiado de aquellos convulsos años de revuelta.

Su novela Una juventud tiene puntos de coincidencia con El café de la juventud perdida, aunque de forma tangencial, pues ofrece la historia de dos chicos inadaptados que intentan sobrevivir y abrirse camino en un París inhóspito. La atmósfera en la que se desenvuelve la narración es un tanto negativa, densa y desesperanzada, aunque también sugestiva por las connotaciones de promesa incierta de un futuro soñado pero inalcanzable.

Otras obras de Modiano son Un circo pasa, La hierba de las noches o Un pedigrí, una corta biografía de Modiano narrada en una voz que ofrece siempre un tono frío, casi indiferente y lejano de lo narrado, que fue catalogado como. "muy francés", por algunos críticos.

Otro de los temas fundamentales en su obra en la ocupación alemana de Francia durante la II Guerra Mundial, tema fundamental en sus novelas El lugar de la estrella, La ronda de noche y Los bulevares periféricos, obras que parecen anticipar su obra ya aludida En el café de la juventud perdida, obras que presentan un mosaico que va conformando el Paris ocupado por los alemanes en el que pululaban los nazis, oportunistas, miembros de la Resistencia, fascistas, estraperlistas y demás fauna variopinta que intentaban sobrevivir en una ciudad en la que la vida y la muerte estaban separadas por un delgado hilo siempre presto a romperse.

La figura paterna parece influenciar toda su obra por las resonancias que ofrece, empresario un tanto oscuro que se dedicó a comerciar con toda clase de bienes y servicios con el ejército de ocupación nazi, entre los que se contaban desde mercancías variopintas hasta hombres y mujeres, gracias a sus relaciones con toda clase de traficantes y policías que hicieron fortuna con el siniestro tráfico que realizaban con pericia.

El estilo de Mediano siempre es constante en toda su obra, en el que se definen indudablemente la indiferencia, el alejamiento y la frialdad narrativa que pone más de relieve la atrocidad de la época. Todas estas notas de distanciamiento narrativo se aprecian tanto en la estructura narrativa en sí misma como en las terribles escenas que narra con la frialdad y asepsia con las que un cirujano hunde el bisturí en el cuerpo del paciente. Modiano escribe sin mayores propósitos de enjuiciar moralmente, ni acentuar el tono en la tragedia, ni representar con exaltación la maldad de unos y la bondad de otros, sino que sólo intenta ofrecer un retrato que sea fiel reflejo de un lugar y una época siniestra. Consigue, por ese tono neutro, dotar a ese friso de elementos dispares de personajes, lugares parisinos y situaciones siniestras dotar a la narración de un encanto peculiar que atrapa al lector desde el primer momento, porque en él reconoce la sinceridad objetiva de un narrador que quiere mostrar una realidad sin juzgar, criticar o valorar lo que narra, función que deja al lector que, por eso mismo, se convierte en un
cómplice del autor que le ofrece un testimonio para que juzgue, reflexione y saque sus propias conclusiones.

Modiano es un autor que destaca dentro de los de su generación, como son, entre otros, Pierre Michon  Pascal Quignard,  o Le Clézio y, al igual que éstos, vive de forma muy independiente y volcado completamente en su trabajo en un céntrico y acomodado barrio parisino, llevando una vida tranquila y sencilla, huyendo de la vida mundana y mediática. Visitante asiduo de las librerías de viejo de su barrio y aledaños, en constante búsqueda siempre de los tesoros literarios a rescatar por un lector que sepa apreciarlos y rescatarlos del olvido, de ese olvido de la historia de una reciente época, trágica y convulsa, el que impide alcanzar a través de su obra y que consigue, como afirma la Academia Sueca:"por el arte de la memoria con el que ha evocado los destinos humanos más inasibles y descubierto el mundo de la ocupación".

Es motivo de celebración para los franceses y para los lectores de todo el mundo, conocedores de su obra excepcional, esta concesión del Premio Nobel de Literatura a un escritor singular que sabe recrear y ofrecernos unas inolvidables páginas en las que la vida transcurre con la autenticidad que sólo un escritor de extraordinario talento puede ofrecer.



30 octubre, 2014

JOHN BANVILLE

John Banville, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2014

Ana Alejandre
Jonh  Banville

La noticia de la concesión del  Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2014, en su 34º edición a John Banville no ha sorprendido, pero sí ha entusiasmado a sus muchos seguidores, tanto en su país Irlanda, como en el resto del mundo donde tiene una gran audiencia entre los lectores que encuentran en sus obras -unas, firmadas con su nombre real y, otras, con el pseudónimo de Benjamín Black con el que firma sus obras del género policíaco o "negro"-,  la creación de unos mundos privados, íntimos, pero siempre inquietantes, sabiamente descritos y recreados y, al mismo tiempo, en las del género policíaco esos mundos se tiñen con tintes más oscuros para ofrecer aquellas zonas más sórdidas, peligrosas y deleznables del ser humano.

El Jurado destaca en su veredicto su "inteligente, honda y original creación novelesca, y a su otro yo, Benjamin Black, autor de turbadoras y críticas novelas policiacas", y concluye diciendo: "atrae y deleita por la maestría en el desarrollo de la trama y en el dominio de los registros y matices expresivos, y por su reflexión sobre los secretos del corazón humano".

Entre los otros 23 candidatos, todos ello autores de prestigio como son Haruki Murakami, James Salter o Ian MacEwan, además de los españoles Juan Goytisolo y Pere Gimferrer, ha prevalecido John Banville, quien demostró su emoción al conocer la noticia y especialmente que la entrega de dicho premio lo haría el que ya habría dejado de ser Príncipe de Asturias para convertirse en Felipe VI,  Rey de España.

El contenido humano que destila toda la obra de este autor es esencial en el valor literario de sus novelas, porque en ellas prima su escritura elegante, pausada, siempre certera en las descripciones de los sentimientos y del mundo íntimo y personal de los personajes que habitan sus obras; pero también hace hincapié en la necesidad de que la historia narrada ofrezca, además y sobre todo, un caudal de belleza sin el que la historia contada no tendría la calificación de la literatura, es decir, de arte. 

Sorprende a todo lector, por avezado que pueda ser, su capacidad de descifrar los secretos de la naturaleza humana y de describirlos con una honda sabiduría emocional que dota a sus personajes, siempre atrapados en dudas existenciales o en crisis personales e íntimas, de una total veracidad que llega a los lectores porque en ellos se pueden reconocer, ya que son seres auténticos, dotados de vida, de autenticidad y de una humanidad que traspasa las páginas para dejar una honda huella al lector.

Este premio de tanto prestigio tanto dentro como fuera de España, se une al recibido en 2005, el Premio Booker, por su novela El mar, además del Premio Allied Iris Bank Fictión por su obra Kepler. En 2011 también recibió el prestigioso Premio Franz Kafka,  galardón considerado como la antesala del Premio Nobel.

Banville, nacido eh 1945 en Wexford (Irlanda), ha sido un autor desconocido en España hasta 2007, aunque era un autor de culto para los lectores que lo habían descubierto. Fue en ese mismo año cuando creo el personaje de Benjamin Black. 

Además de crear sus propios personajes, ha recobrado al personaje de Philip Marlowe, creado por Raymond Chandler, en su última novela escrita con el pseudónimo Benjamin Black, La rubia de ojos negros, a petición de los herederos de Chandler.

En la prosa de Benville están manifiestas las referencia culturales, en las que el autor muestra todo el caudal de conocimientos de los mitos clásicos, pero además muestra siempre una carga de ironía pero no exenta de esa belleza, búsqueda constante de este autor para el que ésta última tiene que ser parte fundamental de su obra, y para ello siempre utiliza la expresión más genuina en la que pueda plasmarse aquella sin perder, por ello, la más exquisita depuración estilística y formal que convierten a todas sus obras en auténticas joyas literarias, en las que el humor negro siempre aparece matizando todas las situaciones narrativas. Por ello, se le considera uno de los grandes maestros de la literatura contemporánea y para algunos estudiosos es el verdadero sucesor de Nabokov.

Su serie de novela negra,  publicada con el pesudónimo de Benjamin Black, protagonizada por Quirke, ha obtenido un gran éxito de crítica y público -fenómeno que no suele coincidir casi nunca-,  ofrece títulos como El secreto de Christine (2007), El otro nombre de Laura (2008), En busca de April (2011), Muerte en verano (2012) y Venganza (2013), cuyos derechos han sido adquiridos por la BBC para llevarla a la pantalla en fechas próximas.

Su últimas novelas publicadas han sido una con su nombre real, Antigua luz, que en España fue publicada por Alfaguara en 2012; y, otra, la ya mencionada La rubia de ojos negros, también publicada por dicha editorial en 2014. Ha publicado casi una treintena de la libros, tanto con su nombre real como con el ya mencionado pseudónimo.

Antes de escritor trabajó en una compañía aérea. A partir de 1970 inició su colaboración con Irish Press, hasta 1995, año en que se cerró dicha publicación. Luego  comenzó como subdirector del Irish Times y también como editor literario hasta 1999. Actualmente colabora con The New York Times Review of Books. Además de su labor periodística también ejerce como crítico literario.

Para este autor el lenguaje es lo más importante, por lo que trabaja y cuida meticulosamente el texto escrito, porque según afirma lo demás como es la trama y los personajes "van por su lado". Afirma al igual que Chadler que el lenguaje es lo que marca el estilo y es lo primordial. 

Otorgarle el Premio Príncipe de Asturias de las Letras es el reconocimiento debido a un escritor que ha creado un universo personal, dotado de una gran  riqueza conceptual y con resonancias clásicas, que constituye un certero estudio de la condición humana a través del análisis de unos personajes que se debaten en sus propias contradicciones y en una sociedad como la actual en el que ser humano se encuentra más perdido y desorientado que nunca, pero sin renunciar por ello a la consecución de un estilo propio, de un lenguaje cuidado y siempre sugerente, y una constante y conmovedora belleza. 

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