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13 mayo, 2014

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ


Escritor y periodista colombiano, uno de los mejores narradores del siglo XX, nacido en Aracataca (departamento de Magdalena), en 1927, aunque su familia se trasladó a Bogotá cuando era muy niño.

Comienza sus estudios universitarios en 1947, al matricularse en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cartagena, pero sin tener verdadero interés por dichos estudios, por lo que se interesó por el periodismo, influenciado por su amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella. Comenzó a publicar a mediados de 1940 en varios periódicos locales sus artículos, cuentos y crónicas de cine. A raíz del asesinato del dirigente liberal Eliécer Gaitán, en Bogotá, y las consiguientes protestas que se produjeron por dicho motivo y la represión que éstas originaron, es cuando comenzó su colaboración, en 1946, en el periódico liberal de Cartagena de Indias, El Universal, como redactor. Entre 1948 y 1952 colaboró en El Heraldo de Barranquilla y a partir de 1952 en El Espectador de Bogotá. A partir de 1953, colabora con el periódico El Nacional y en sus textos se refleja una permanente capacidad expresiva y un estilo propio y personalísimo en el que se puede encontrar, tal como él mismo confiesa, la fuerte influencia de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna. 

Comienza publicando una novela breve, La hojarasca (1955), en la que aparecen también las resonancias del escritor norteamericano William Faulkner. Fue destinado, entre 1959 y 1961, como representante de la agencia de noticias cubana La Prensa en Bogotá, La Habana y Nueva York. Por sus ideas políticas se enfrentó al dictador Laureano Gómez y también se opuso a su sucesor, el general Gustavo Rojas Pinilla, por lo que se vio obligado a pasar las décadas de 1960 y 1970 en un exilio voluntario tanto en México como en España.

Al igual que otros escritores del boom de la literatura latinoamericana, fue defensor de la Revolución Cubana y, a pesar de que muchos de ellos abandonaron su defensa de Fidel Castro y su política, García Márquez siguió apoyando a Fidel Castro y continuamente participó en diversas polémicas en la prensa con otros escritores, además de participar en diferentes encuentros sobre la situación en Cuba, especialmente en lo relativo a los derechos humanos.

A esa primera novela le seguiría la obra maestra El coronel no tiene quien le escriba (1961), novela en la que aparecen ya personajes que después volverían a surgir en Cien años de soledad (1961) y en 1962 la colección cuentos titulados Los funerales de Mamá Grande y la novela La mala hora. En estas obras se va perfilando un cambio en el estilo narrativo que va dejando atrás el barroquismo de su primera novela para asumir un estilo más puro y decantado que se encuentra ya en El coronel no tiene quien le escriba, más cercano al estilo un tanto lacónico de Hemingway. Muchos de sus relatos formaron parte de la grandiosa novela Cien años de soledad (1967) que le encumbró a la fama. Obra escrita en dieciocho meses, en su exilio en México, en la que aparece por vez primera el pueblo de Macondo, creación literaria de Gabriel Márquez en el que construye un universo narrativo de profundos ecos que cautivaron e influenciaron la narrativa de toda Latino América, obra en la que aparece la familia Buendía y en la que se advierten las obsesiones de su autor, influenciado por las leyendas y cuentos fantásticos que oía y leía desde niño y que le crearon en el imaginario un universo rico de imágenes que le acompañaron siempre. En ese pueblo imaginario se cruzan las fronteras de lo real y lo mágico, en una extraña fusión que crea un universo singular y único en el que se basa toda la narrativa encuadrada después en el llamado "realismo mágico", y que viene a ser como una crónica, condensada en ese mítico lugar, de los diversos países latinoamericanos; pero también como una metáfora del ocaso, del hundimiento de cualquier civilización que llega a su final, dándose cuenta de su inevitable derrumbe.

A esos títulos le siguieron El otoño del patriarca (1975), que es una novela en la que la trama está construida alrededor del poder y de la corrupción que del mismo deviene, seguida por Crónica de una muerte anunciada (1981), crónica novelada de un asesinato en una pequeña ciudad latinoamericana; El amor en los tiempos del cólera (1985), es una historia de amor que, aunque sigue las pautas normales de ese tipo de narración, ofrece sin embargo un fondo pasional sabiamente construido que crea una atmósfera narrativa en la que la violencia y el amor se dan la mano. Le sigue El general en su laberinto (1989), novela que narra la ficción de los últimos días de vida de Simón Bolívar, enfermo y despojado de su poder. Además, publicó los libros de cuentos La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972) y Doce cuentos peregrinos (1992). También publicó Del amor y otros demonios (1994) y Noticia de un secuestro (1997).

La obra de García Márquez ha sido reconocida en numerosos países por su singularidad, mezcla de realidad y fantasía, así como la originalidad de pensamiento y valentía que ofrecen sus textos periodísticos y de lo que es ejemplo Noticia de un secuestro (1996), un reportaje novelado sobre el narcoterrorismo colombiano que obtuvo un sonoro éxito. Publicó La bendita manía de contar (1998) y su autobiografía Gabriel García Márquez, y tomó la decisión de comprar la mitad de las acciones de la revista colombiana Cambio a fin de poner en práctica sus ideas sobre el periodismo. La primera parte de sus memorias, Vivir para contarla (2002), trata de sus años de infancia y juventud y los recuerdos de su Aracataca natal hasta 1955. En 2004 volvió a publicar otra novela, la última de su fructífera carrera literaria, con el título de Memoria de mis putas tristes, en la que narra la relación amorosa entre un nonagenario y una adolescente.

A lo largo de su vida, recibió innumerables premios como son como el Rómulo Gallegos, en 1973, y el Nobel de Literatura, en 1982. A raíz de recibir el Premio Nobel, recibió la invitación del gobierno colombiano para regresar a su país, y cuando así lo hizo realizó el cometido de intermediario entre aquél y la guerrilla.

Promovió la fundación de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (Cuba), en 1986, en colaboración con el cineasta argentino Fernando Birri, y participó en varios guiones cinematográficos, tanto en adaptaciones de sus propias obras, como en colaboración con otros escritores. Esta escuela está encaminada a la formación de realizadores del llamado Tercer Mundo y forma parte de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, que también promovió y de la cual fue presidente hasta su muerte.

Falleció el 17 de abril de 2014, a los 87 años de edad, en México D.F., país en el que llevaba viviendo más de 50 años. El mundo de las letras hispanas pierde así uno de los más grandes escritores, creador de atmósferas literarias sin parangón alguno, y un hombre sencillo que siempre estuvo al lado de los más desfavorecidos y contra cualquier abuso e injusticia contra los que siempre alzó su voz de escritor y hombre comprometido con la defensa de la libertad y dignidad del ser humano. 

Descanse en paz.

06 septiembre, 2011

ALBERT CAMUS


Nota introductoria:

por Ana Alejandre

En 2010 se cumplió el primer cincuentenario del fallecimiento de Albert Camus, en un accidente automovilístico, que tuvo lugar el 14 de enero de 1960. Esta muerte significó no sólo la pérdida de un intelectual de su talla, sino también la desaparición de un referente obligado  de rebeldía, de inconformismo, de hombre comprometido en la lucha por las libertades de los ciudadanos y contrario al sistema, lo que le supuso el rechazo de muchos y el ser blanco de críticas atroces, de descalificaciones injustas y de la incomprensión que recibió sin tregua de muchos de los intelectuales de su época, empezando por el propio Sartre, pero eso no empañó en él su sinceridad, su firmes convicciones y la honestidad a ultranza que mantuvo hasta el día de su muerte. Fue lúcidamente congruente con sus propias ideas  hasta el final de su vida.
Forma parte de una larga lista de escritores a los que considero imprescindibles, auténticos y de una talla literaria tan preclara que hace que entre sus obras se encuentren títulos que forman parte de la lista de obras maestras de la literatura universal, como pueden ser El extranjero y La peste, entre otras.


Biografía
                                                                                                 



Camus nació en Mondovi (actualmente Drean, Argelia), el 7 de noviembre de 1913., en el seno de una familia de colonos franceses (a los que, se conocía, en Francia  con el término despectivo de “pieds-noirs”). Su padre era de origen alsaciano (los que huyeron de dicha región durante la ocupación alemana tras la guerra franco-prusiana): y fue  llamado a filas durante la primera guerra mundial, por lo que resultó herido gravemente en combate durante la batalla del Marne y  murió en un hospital el 17 de octubre de 1914. Su madre era una mujer analfabeta, casi muda, y, de orígenes españoles, menorquinos,  aunque nació en Argelia
Al fallecer su padre, la familia quedó prácticamente en la ruina, lo que la obligó a trasladarse a vivir a un barrio mísero de Argel. Empieza a cursar estudios gracias a las becas y la ayuda de algunos de sus profesores que se dan cuenta de su talento y la rapidez de su progreso.. Por esta ayuda recibida, Camus dedicó su Premio Nobel a su maestro de primeria y tuvo siempre frases de elogio y agradecimiento a quienes fueron sus introductores en la lengua francesa y en la cultura europea.
            Cursó estudios en la Universidad de Argel, de la licenciatura en Filosofía y Letras que no llegó a acabar porque se lo impidió la tuberculosis que empezó a padecer. Empezó a escribir a escribir muy joven, por lo que a los 19 años comenzó a publicar en la Revista “Sud”.
Fundó una compañía de teatro llamada “El teatro del trabajo” formada por aficionados y dedicada a la representación de obras de los autores clásicos que iban dedicadas a las clases trabajadoras. Por entonces, comenzó su militancia en el Partido Comunista -una sección del Partido Comunista Francés, del que se apartó en 1939, tras el pacto germano-soviético que le supuso una ruptura con sus antiguos camaradas. Colaboraba frecuentemente con el diario de frente popular. Fue allí donde publicó “La miseria de Kabilia”, fruto de un trabajo suyo de investigación, que obtuvo una gran resonancia, por lo que fue cerrada dicha publicación y El Gobierno  le obstaculizó cualquier intento de encontrar trabajo en Argel.
Además comenzó a trabajar como periodista y realizó muchos viajes por Europa. Publicó su primera obra, Nupcias, en 1939, que era  un conjunto de artículos que  contenían reflexiones inspiradas por sus lecturas y viajes.
Se traslada a París y comenzó a trabajar como redactor en el periódico París-Soir. En 1943, comienza a trabajar en la editorial Gallimard. Fue director de Combat, una publicación clandestina desde 1945 a 1947.
Al estallar la II Guerra Mundial participó activamente en la Resistencia francesa contra la ocupación alemana, y fue entonces cuando publicó la que se considera su gran novela El extranjero, en 1942., considerada como la obra más importante del “existencialismo” y de la literatura del absurdo, aunque en ella se nota la enorme influencia que tuvo en Camus la obra de Nietzsche, más profunda aún en este escritor  que el propio existencialismo. Su protagonista, Meursalt, que representa al arquetipo del antihéroe, es la imagen de un nihilista, quien asiste completamente indiferente al entierro de su madre, hecho que no despierta en él ningún sentimiento de dolor. Poco después,  mata a un árabe sin ningún motivo y por este asesinato es condenado a muerte en absurdo juicio. Este personaje representa la imagen de un mundo caótico, que ha perdido todos los valores más importantes, que viven sumido en una alienación, entre la sensación angustiosa del absurdo existencial y la decepción vital, por lo que los únicos estímulos a los que responde son los físicos, no  a aquellos propios de un ser humano que aún conserva su propia identidad y su humanidad. Por ello, cuando Mersalt trata de explicar al tribunal las posibles motivaciones de su crimen, sólo puede alegar la desconcertante razón de que lo hizo porque le molestaba el sol. Camus intenta decir que su protagonista no es un ser anómalo, patológico, sino la imagen que representa a un sociedad sin valores, sin ideales, asomada al precipicio del absurdo, de la angustia existencial y del más absoluto nihilismo.
 A esta obra cumbre, le sigue El mito de Sísifo, también de 1942, en la que se advierte también la fuerte influencia del existencialismo en el autor.
Cuando finaliza la II Guerra Mundial, la obra de Camus evoluciona y deriva hacia una patente defensa de los valores humanos: la integridad, la fraternidad y la dignidad como única defensa posible ante el avance del nihilismo. Se identifica con la imagen del hombre, del ser humano real, como individuo que está insertado y forma parte de la propia Naturaleza, por lo que reniega de las abstracciones como hombre que era de un origen pueblerino; pero no por ello renuncia a las ideas anarquistas que le despiertan un especial interés y con las que se encuentra identificado.
Esta postura claramente defensora del hombre y de su propia dignidad a la que defiende contra todos los totalitarismos, le lleva a enfrentarse con los más insignes representantes de la intelectualidad francesa, representada por Sartre y Beauvoir y todos su adláteres, denunciando  el la represión soviética, el gulag, lo que todos aquellos consideran una traición al pensamiento comunista y a sus sistemas políticos. Todo esto le costó un alto precio porque a partir de 1956, cuando la revolución argelina se inició en busca de la independencia francesa, le supuso a Camus un grave conflicto de lealtades ya que se debatía entre la defensa de una Argelia libre pero francesa, lo cual era una utopía irrealizable. El defendía la idea de poder llegar a un entendimiento entre las partes, porque temía que el uso de la violencia podría traer consecuencias terribles para Argelia que la llevara a una dictadura sangrienta o la creación de otro gulag con tan terribles consecuencias como en el caso del soviético.
            Escribió también teatro con corte existencialista como fue, Calígula, en 1945, que se le considera una de las importantes de su obra teatral. La novela titulada La peste, de 1947, también muestra el interés de este autor por el absurdo existencial, pero reconoce el valor de los seres humanos ante las desgracias y catástrofes de todo tipo, como única forma de salvación personal y colectiva, no sólo ante los hechos terribles, sino ante la propia vida. En esta obra afirma que ·”cada uno lleva dentro de sí la peste”,  y reconoce que, desde que abandonó la lucha armada y se decantó por defender siempre a las víctimas se condenó a sí mismo a un “exilio definitivo”.
 Aunque en su novela La peste, de 1947, Camus todavía se interesa por el absurdo fundamental de la existencia, reconoce el valor de los seres humanos ante los desastres existenciales. Afirma en esta obra que “cada uno lleva dentro de sí la peste” y que desde el mismo momento en que se decidió a no matar y a ponerse siempre del lado de las víctimas, se condenó a un “exilio definitivo”.
            Otras obras fueron El hombre rebelde,  de1951; la obra de teatro Estado de sitio (1948); la novela La caída, 1956 y un conjunto de relatos El exilio y el reino (1957). Colecciones de sus trabajos periodísticos fueron publicadas con el título de Actuelles (3 volúmenes, 1950, 1953 y 1958) y El verano (1954). Una muerte feliz (1971), aunque  salió publicada póstumamente, es su primera novela. En 1994, publicó su hija  la novela  inclonclusa  El primer hombre que escribía cuando murió, .Sus Cuadernos, que se refieren a los años que van dese 1935 a 1951, se publicaron  después de su muerte en dos volúmenes (1962 y 1964).
Su obra está escrita con un estilo claro. vigoroso y conciso,  a través del cual expresa la filosofía del absurdo,  la sensación de vacío, desencanto y angustia existencial,  pero a su vez hace hincapié en  el reconocimiento de los valores esenciales del hombre y de su propia e inalienable dignidad y fraternidad con sus semejantes.
            Sus orígenes españoles y la simpatía que le despertaba el pueblo español,  se vieron aumentados por la larga relación sentimental que mantuvo durante muchos años con la actriz española afincada en Francia, María Casares.
 Camus, obtuvo en 1957 el Premio Nobel de Literatura y falleció murió en un accidente  automovilístico en Villeblerin (Francia) el 4 de enero de 1960.
            A pesar del largo tiempo transcurrido desde su muerte, la obra de Camus sigue siendo imprescindible para entender la literatura del siglo XX, de la que forma parte como uno de los exponentes más importantes. Cualquiera de sus obras le sonarán al lector como totalmente actuales porque en ellas hablo de lo que es congénito en el ser humano: la dignidad, la lucha contra la injusticia, los totalitarismos y la defensa de los valores como la fraternidad y la tolerancia en un mundo que se abocaba al suicidio moral, a caballo entre el nihilismo y la desesperanza.
            Un escritor que ha pasado a la Historia de la Literatura, porque fue incómodo para  algunos de sus coetáneos y el poder establecido, y un referente necesario para muchos franceses y europeos por su tenaz y valiente defensa de los valores que antes y ahora están en peligro de extinción en esta sociedad desarbolada que se acerca cada vez más al precipicio.



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